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Investigación confirma que los fluidos orales participan en la transmisión de hantavirus de persona a persona

GENE2DIS

16 may 2024

Se trata, en específico, del virus Andes (ANDV), un ortohantavirus zoonótico que causa el síndrome cardiopulmonar por virus hanta. Tras 14 años de investigación en más de 100 casos por infección con este virus, se documentó que, pese a que la transmisión más común es desde el roedor a la persona, existe una inusual transmisión de persona a persona, confirmando que el ANDV es el único hantavirus que se transmite entre humanos.

Entre 2008 y 2022 se estudiaron 131 pacientes infectados con hanta en las Regiones Metropolitana, Biobío, La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos. Se determinó que los casos únicos (de solo una persona afectada) fueron 101, mientras que los que formaban parte de un grupo familiar o de trabajo fueron 30.  En el 84% de los casos, la única fuente reconocida de contagio fue la exposición ambiental y en el 16% de los casos se describió exposición ambiental y de persona a persona. Hubo tres casos en que, por el historial epidemiológico, se constata que el contagio fue de persona a persona.  Dos de ellos eran lactantes, cuyas madres los amamantaron durante la fase aguda de la infección. La tercera, en tanto, era una niña de 10 años contagiada por su madre.

Durante el tiempo de hospitalización se analizaron distintos fluidos de los pacientes en varias etapas de la enfermedad, lo que permitió detectar la presencia del virus y determinar las etapas de mayor riesgo de contagio. Asimismo, se pudo demostrar la importancia de estos fluidos para diagnosticar la infección, incluso en un período tardío. 


El hallazgo, fue la detección del virus “vivo” (replicante) en los fluidos orales durante las etapas tempranas de la infección. Las partículas virales se encontraron en el líquido gingivo crevicular (presente entre el borde de la encía y la superficie de los dientes), la saliva, las secreciones nasofaríngeas y la sangre. La presencia del virus en los fluidos orales durante las etapas tempranas de la infección, en ocasiones sin la conciencia de la persona, crea una ventana de transmisión para casos posteriores.  Este riesgo de transmisión se incrementa especialmente cuando el diagnóstico se retrasa después del inicio de los primeros síntomas. “Este antecedente, unido a que hallamos en estudios previos con el Doctor Pablo Vial que el virus está en la sangre 15 días antes del primer síntoma, nos lleva a presumir que la ventana de contagio está incluida pocos días antes de que los pacientes se hospitalicen y durante los primeros días de hospitalización. Esto sugiere que hay que tomar todos los resguardos, como identificar quiénes tienen mayor riesgo de contagio por ser contacto estrecho”, explica Marcela Ferrés doctora investigadora principal del estudio Fondecyt 1211825 y del proyecto anillo GENE2DIS. En esa investigación encontraron un riesgo alto de que las parejas se conviertan en un nuevo caso de hanta por el probable intercambio de fluidos como la saliva y en lactantes, la leche materna infectada. “Nosotros recomendamos el seguimiento de la aparición de síntomas en los contactos estrechos, como fiebre, dolor de cabeza y músculos, hasta cumplir las 4 semanas, aun cuando no hay síntomas. Lo que hemos visto es que entre el día 15 y 21 comienzan sintomatología los pacientes que se enferman por otra persona”, agrega Ferrés y enfatiza en la importancia de la educación sanitaria sobre las posibilidades de contagio de las personas cercanas.


La publicación explica que muchas veces los síntomas no se asocian enseguida a la enfermedad por tanto no se toman medidas preventivas como el uso de mascarilla de quienes conviven con la persona o quien lo lleva a un centro de salud.  En ese sentido, los investigadores hablan sobre la importancia de la adherencia a los estándares de control de infecciones en ambientes hospitalarios, utilizando bata, guantes y mascarilla durante la atención de los pacientes hasta que se descarte el diagnóstico que ha sido sospechado y se está en espera de resultados de laboratorio. 

 

DIAGNÓSTICO TARDÍO

Otro resultado interesante, es que se encontró material genético, ARN, del virus en las muestras analizadas varias semanas después del inicio de síntomas. Si bien, hay un número predominante de fluidos positivos para ANDV durante la primera semana después del inicio de los síntomas, solo unas pocas muestras siguen siendo positivas para ANDV después de tres semanas del inicio de síntomas.  En la tercera semana las muestras de leucocitos fueron positivas y en más del 90% de ellas continúa detectándose el virus durante la fase de convalecencia. En plasma, el porcentaje de muestras positivas disminuye gradualmente desde el 80% al comienzo de la fase aguda (0 a 4 días) y continúa disminuyendo en los días siguientes. Para los investigadores, encontrar presencia de ARN semanas después de los síntomas, muestra la importancia de utilizar estos fluidos para el diagnóstico tardío de la enfermedad, principalmente los leucocitos.


Revisa el estudio completo aquí.

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